Estrategias Emocionales para estas Fiestas

¿Sirve la Psicología para transitar mejor nuestra vida cotidiana? ¿Qué aporta al buen vivir?

La navidad y el fin de año son tiempos de tradiciones y no, solo las tradiciones que la iglesia católica ha traído hasta nosotrxs, sino de las tradiciones familiares: compartir encuentros con comidas, cenas, regalos, y otras tradiciones que han pasado de generación en generación.

Esta época del año suele convertirse en un momento muy estresante, la cuota de ansiedad (y a veces acompañada de angustia) siempre está y son muchas las razones para vivirlas con tanta intensidad: Tal vez nos sentimos tristes por la ausencia de seres muy queridos con quienes nos gustaría compartir esta fecha pero no es posible, porque han muerto o están muy lejos.

También porque anticipamos el malestar que nos causará tener que compartir la mesa con personas con quienes mantenemos una relación conflictiva ó porque quisiéramos hacer algo distinto a la tradición familiar y no nos animamos a plantearlo, porque teníamos la espectativa de llegar a la cena de navidad acompañadxs, porque llegamos acompañadxs pero nos encuentra en un mal momento, porque el año no cierra en lo personal sino que está comenzando, porque el año no cierra como queriamos, por no cumplir determinadas “metas” que me había propuesto para el año… y así, podemos seguir enumerando un sin fin de situaciones que nos dicen que están lejos de ser nuestras “fiestas ideales”.

Y he aquí el punto más importante: las fiestas no son momentos ideales, como nada es ideal en la vida. Las fiestas nos encuentran tal cual como estamos vibrando en ese momento, y que varía cada año porque somos seres dinámicxs, como la vida es dinámica. No es un recorte del año, es una pausa.

ESTRATEGIAS EMOCIONALES PARA ESTAS FIESTAS

Disfruta el momento presente.

Reconoce tus emociones, no las niegues.

Acepta cómo te encuentras al llegar las fiestas y pasa un lindo momento.

No te exijas, ni presiones a que las fiestas sean de una “determinada manera”.

No las pases solx, busca contención, encontrarte con otrxs, no importa si son familia, amigxs o familias de amigues.

Recuerda que no hay momentos, ni estados ideales.

Ten presente que las fiestas no son un momento de evaluación de lo que hicimos bien o mal durante el año (el famoso balance).

Reconoce qué hábitos y qué personas te generan bienestar para compartir esos días.

Cuando conseguimos algo en nuestras vidas, al inicio se genera un efecto placentero que con el tiempo, disminuye o desaparece, por eso es importante practicar el agradecimiento.

Realiza algún ritual, el que quieras, el que te sea significativo.

Respira, realiza alguna meditación que te ayude a conectar con el momento presente, vive el momento presente.

Es saludable vivir el 31 del mes como un tránsito más y dejarnos fluir, sin por eso dejar de darle el valor simbólico (que es propio de cada unx) que tienen las fiestas y dejar de tomarlo como un quiebre en nuestra vida, como si lo que no hicimos hasta ahora no podemos hacerlo a partir del 1 de enero. La vida sigue.

Resignifiquemos las fiestas, hagamos una pausa ,volvamos a conectarnos, abracemos lo genuino que hay en cada unx.



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